miércoles, febrero 15, 2006

Con el debido respeto

Taidé y la lámpara
Taidé deseó que el sol
no hiriera su sombra,
Que los gatos no aruñaran a los niños,
Que un carruaje de nieve,
la llevara en la hora cero
a la arboleda,y que ahí
un hombre de fuego,
con traje de nylon,
le clavara una rosa-botón de orquídea
directo al corazón,
Que sus pulmones de palma
no se dilataran cuando el aire
se fundiera en su interior,
Y que su lengua
no lamiera más peras,
Para que no antojara a su panza,
Comer con cubierto de plata
una tajada de hojaldre.
Deseó también
acrecentarse en cada orgasmo
hasta los cielos,caer dormida
sobre el agua del mar,
Y ser bendita
entre todas las mujeres.
Cuando Taidé abrió los ojos,
se vio muerta ante la vida.



Texto que publiqué el 3 de noviembre del pasado 2005.

aún no entiendo por qué lo hiciste T.

2 Comments:

Blogger Nidesca said...

el deseo, muchas veces enemigo...

lo siento mucho.

12:02 p.m.  
Blogger Álex Ramírez-Arballo said...

Dónde andas metida?

No te he visto recientemente.

Saludos

alx

4:46 p.m.  

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