miércoles, mayo 25, 2005

Mediocridades prácticas y comunes en la vida de una humana aburrida de vivir.

¿Pintarme la boca? Para qué, si ya no me besas.
¿Ponerme a dieta? Para qué, si no me gusta la moda.
¿Decir que te quiero? mm... No, mejor que siga siendo un misterio.
¿Cantar un himno? Para qué, si soy malinchista.
¿Ponerme un tatuaje? Para qué, si ya no se borran, mejor me rayo con una pluma.
¿Ir por la leche? Para qué, si soy alérgica, -que vayan los que toman-.
¿Comer tortillas? Pa’qué, que hu+va... hay que calentarlas, mejor no como nada.
¿Levantarme? Para qué, si está mejor la espesa cama que la fría escuela.
¿Leer? Pa’ qué ingados? Para eso está la tele…
¿Ponerme zapatos? Para qué, si de todas formas el piso es el mismo.
¿Seguir escribiendo? Para qué.