martes, abril 12, 2005

Miedo


He sentido el miedo tras mis pasos, he cerrado los ojos y visto demonios cantando a coro canciones de salón, los he escuchado pedirme unión.
Siempre que voy a la cocina por las noches por un trago de agua o algo que olvidé, de regreso a mi cuarto, invadida por la oscuridad, siento la estampida de elefantes fluorescentes que me pisan los talones, son como millones de sensaciones, con sus trompas erectas me perforan la espalda, yo sólo cierro los ojos y, cuando estoy descalza siento en el piso de mi propia casa, brazas calientes que derriten mis cueritos, es muy feo, tengo miedo y corro de puntitas, entro a mi cuarto y brinco a mi cama, y ya cuando llega la calma y por fin logro recostarme y cubrirme la cara para dormir siento que mi cama es como una lancha que zarpa de un puerto para nunca volver, y ahí es cuando salto al agua (la cama de mi hermana) y le pido que me abrace como si fuera una boa con mucha fuerza y que no me suelte nunca, que nunca cierre sus ojitos redondos, que me estruje con sus manitas gordas y que me bese mucho, mucho la nuca, para darme paz y poder dormir bajo su cuerpo.

1 Comments:

Blogger Álex Ramírez-Arballo said...

Sé y conozco esa sensación de la que hablas y sabes, tengo una tesis al respecto. El miedo es la certeza de una vida que sabemos con toda certidumbre va siempre a la deriva. Tememos la muerte que sabemos cierta, tememos el amor derruído o el amor que es como esas cartas que esperamos y que nunca llegarán, tememos la vergüenza y la humillación de las ilusiones perdidaas, de tantos y tantos sueños postergados. Como ves tu miedo está muy justificado, no temas temer y ten miedo siempre siempre: ese es nuesto signo.

12:00 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home