Que sepas qué

Sigo la ruta de la desdicha y
del vaticinio desde que me dejaste.

La molestia es que te encuentro
en cada esquina, en cada foto.
Que te canto en cada rola
y que existes aunque no quiera.

Sigo viviendo mi vida, sola
pero contigo.

La molestia meramente es el hallazgo,
es encontrarte y que no entiendas
que tu presencia me basta para tupir
una cubeta con mis lágrimas.

Sigo siendo un bulto de huesos
con tormentos y sorpresas.

La molestia es que mi cuerpo
a gritos pide el tuyo, y
que duermo insatisfecha cada noche
y me levanto por inercia.

Es molestia, transmitirte
lo que a veces sucede en mí.