a cien años de nada
Qué amargas son las noches
en mi cuarto.
Cuanto silencio se me adentra
y me alebresta.
Cuan melodiosa era su voz
como su canto.
Y de sus manos, sus cayos
y sus pulgares.
Yo de él quedé enamorada,
Él de mí quedó muy lejos.
Sin su ser a mi alcance
y sin estar acostumbrada
a soportar tanto relevo
y tanta distancia.
Qué solitarias mis palabras
retiemblan tanto en mi lengua.
Cómo se arrugan mis manos
y mis sienes, sin sus chistes.
Hace cuánto que no río.
Hace cuánto que no juro.
Hace cuanto que te amo.
en mi cuarto.
Cuanto silencio se me adentra
y me alebresta.
Cuan melodiosa era su voz
como su canto.
Y de sus manos, sus cayos
y sus pulgares.
Yo de él quedé enamorada,
Él de mí quedó muy lejos.
Sin su ser a mi alcance
y sin estar acostumbrada
a soportar tanto relevo
y tanta distancia.
Qué solitarias mis palabras
retiemblan tanto en mi lengua.
Cómo se arrugan mis manos
y mis sienes, sin sus chistes.
Hace cuánto que no río.
Hace cuánto que no juro.
Hace cuanto que te amo.
4 Comments:
Saludos chiquilla, y a antes de que se olvide, gracias por tu comentario. ¿Qué más te puedo decir? Por el momento nada. Pero sigue, sigue ahí.
Parece que se te fue alguien que querías o ya no lo ves tan seguido :( A seguir adelante! velo de esta manera: gracias a esas anécdotas se pueden escribir cosas bellas, dotadas de un dulce dolor y sentimiento. Nos vemos poesía cinética!
Gracias nenes. Jorge: se fue, se fue muy lejos y me dejó "sola, sola en el olvido... :P. Anonymous quién sos?
Ah! ¡Pero qué linda es esta niña!
Seguramente, estuvo, está y estará enamorada.
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