domingo, octubre 02, 2005

Dístico

La paz que queda en mí
brotó de mis sueños.

Se ancló un día a mi vida,
Dejé de soñarte.

Convertido en carne
Apareciste a mi lado

Qué quimera de mierda,
Qué blasfemia apalabrada

Ya te quería tanto y tu nunca
Lo habías ni notado
ni sabido.

Uno se mete en otro,
-El otro se mete en el uno-.

Cayó el cigarro, tocó fondo,
la taza del baño, me paro.

Y sólo pienso en respirar, en
Hacer eterna esta complicidad,

En tenerte mío por tiempo
Como si objeto,

En gastarte a besos los labios,
Aunque no te alcance

Mientras corras frente a mí
Con tus años, o sentado a mi lado.

La vida.