sábado, mayo 28, 2005

Catalina de Juárez

Estoy aquí sentado a miles de metros de tu boca, llegando al cien, me levanto, doy un paso, tiro la boca y junto mis manos. Rezo por ti Catalina por ser una más, qué admirable fuiste (dónde has quedado). Catalina, mi vida, mi aliento, salió un domingo a la plaza, un domingo en el que la noche no tuvo fin, domingo en que el frio no pudo penetrarnos, domingo en que mis dedos dejaron de tocarla y mis brazos abrazarla. Una más, una muerta más.
Juárez, juro que me colmas la paciencia y aunque ella ya no vuelva las cifras delataran su inalcansable retorno. Huesos, tripas, cadenas, torturas y tristezas, mi amada Catalina, flor marchita de mi edén, perdida entre escombros, durmiendo en bodegas, perdida para siempre tal cual mirada de madre viendo un cuerpo frágil fenecer.

viernes, mayo 27, 2005

...Porque el azul también es para las niñas.

jueves, mayo 26, 2005

Aunque no te guste

Crueles caricias que a mis
Pechos tocan, lánguidas manos
Que se pasean entre las axilas.

Traza en mí
con una navaja
heridas que te guíen
a mi ombligo

Baja por toda la espalda
hasta rasgar las venas
del alma.

Recorre nuevamente hasta la nuca
clava, lava, baba, y bésame la boca
asfixia mis quejas, amárrame a una silla
y Cómete mi pelo.

Quiero cantar sintiendo. Comprar un par de ojos y enseñarlos a mirar. Usar zapatos cuando duerma y bañarme con aire la cara. Sentada en una roca, con los ojos cerrados, y las rodillas empapadas de agua, entrando al mar con las manos al cielo. Morir pensando en la vivida vida, creer que canta el gallo cuando mueres y poder ver cuando te olviden.

Ende


En las manos dos espejos que reflejan la mirada que contempla las líneas en la carne.
En la piel azucarada los dos ojos del sol quemando.
En la boca los negros dientes mordisqueándome la lengua.
En la nariz, un aire sucio que entra y emprende un viaje a los pulmones.
En la sangre los glóbulos que te aman.
En la mente los pasajes contigo vividos.
En las cejas la angustia de la espera.
En el cuerpo frío, la humedad y la electricidad.
En los dedos las teclas del piano.
En los cachetes lágrimas recorriéndolos.
En las uñas la mugre por rascarte.
En las venas la sangre galopando de la furia.

Entre tanto pensamiento

Pídeme
Un deseo
Al oído
Y te lo cumplo.

Dime
Lo que crees
que siento.
-mucho-

Ponme
En luna llena
A flotar en tus aires
Y píntame la boca verde.

Déjame
Caer de lo alto,
Para acercar al piso mi cuerpo.
Que se rompa todo ligamento, hueso, y espíritu.

Going under


I
Pienso
Quiero
Trato
Y caigo derrumbada como una muralla.

II
Me levanto
Camino
Muerdo
Escupo
Termino con mis uñas
Cierro los ojos y
Tropiezo de nuevo.

III
Cavilo y decido
Quedarme tirada.
Comerme las piedras
Para ya no caer más.

IV
¿Solución?
Tal vez cuando me levante
La pise
La tome
Y la aplique.
Tararéame al oído cantos
Que te pongan la voz bonita,
No apagues la luz porque me asusto,
Y por piedad vete cuando me duerma.

Ciérrame los ojos si es que muero,
Junta mis labios con un beso
Y ponme las manos en el pecho.

Si es que sólo me duermo
Delinea con tus dedos mis curvas
Hazme sentir delicia.

Si me despierto sorpréndete,
y abraza mi cuerpo,
Quiero creer que importo.

-por piedad haz lo que te pido-

Amores Dulces



Ella

Y yo
Tomados de la mano caminado sobre tierra, pisoteando al horizonte que en abismos cae y crea lo oscuro, saco de mi bolsa una luna y la pongo en el cielo, quito de su pelo una estrella y aparece la noche.
Tiene la mirada de gato y el cuerpo de niña, es una muchacha salvaje que siempre me toca la cara.
Él está celoso porque son dos metros de distancia, le hablo y viene a mis manos, me pone un beso en la mejilla y me chupa las espinas de la espalda.
Es un muchacho corriente de esos que a las citas siempre llevan flores, ella es mi hija pequeña y parida por los ojos.

miércoles, mayo 25, 2005

Mediocridades prácticas y comunes en la vida de una humana aburrida de vivir.

¿Pintarme la boca? Para qué, si ya no me besas.
¿Ponerme a dieta? Para qué, si no me gusta la moda.
¿Decir que te quiero? mm... No, mejor que siga siendo un misterio.
¿Cantar un himno? Para qué, si soy malinchista.
¿Ponerme un tatuaje? Para qué, si ya no se borran, mejor me rayo con una pluma.
¿Ir por la leche? Para qué, si soy alérgica, -que vayan los que toman-.
¿Comer tortillas? Pa’qué, que hu+va... hay que calentarlas, mejor no como nada.
¿Levantarme? Para qué, si está mejor la espesa cama que la fría escuela.
¿Leer? Pa’ qué ingados? Para eso está la tele…
¿Ponerme zapatos? Para qué, si de todas formas el piso es el mismo.
¿Seguir escribiendo? Para qué.

martes, mayo 24, 2005

estoy viva...