lunes, abril 18, 2005

septiembre 15 de 2988



Ciudad cuadrada y gris, titila agitada
mientras pirotecnia la baña en luces y gases,
de gusto la gente goza,
Duelos maníacos llevan a las palomas a vuelo galáctico
Sin más destino que una torre de catedral.
cuachan vacilonas sobre las naranjas,
cubre la palomada multitud de cabezas,
y en el trayecto la gente mira
la gente grita: ¡Viva! ¡Viva!
Morelos ¡Viva! Hidalgo y sus costillas no vivas, también ¡Viva!

domingo, abril 17, 2005

Te quiero y Jazz

Te quiero y ya. Sensible, menos… mucho, así. Sentado en una silla dura y pensando, te quiero, todito empapado, mojado en tu orina que se escurre por tus piernas. Escribiendo cartas y perfumando rojas rosas sobre un mesón solitario, tirándome las miradas rectas a mis ojos idos y reclamando al tiempo los intentos, enojado y descalzo, con el sombrero puesto y acercando la mano a un pan tostado, así con tu genio te quiero, te quiero. Y, ya.

jueves, abril 14, 2005

con el cigarro entre los labios

Pienso, porque ¡existo!...

El escondido paraíso de rejas de pelusa


Duermen elefantes colgados de las trompas de cipreses secos y adornados. Trinan sobre piedras blancas pajarracos que de locos están desplumados, mueren atascadas en aguas gelatinosas, cenicientas que pintadas eran tan bellas.
Ya en la cumbre se monta un gallo que grita soliloquio, las serpientes, enredadas en manzanas empiezan a comerse sus colas deseosas de lamerse las venas con esa lengua de aguda punta maldecida por un dios omnipotente, cae en cascadas un jugo misericordioso que sólo pocos siervos saben de su sabor.
Hay en este sitio una cancha dura donde al aire expuesto se pone a quien ha muerto, les dilata el sol las orejas, les carcome la espalda, les cocina las corneas, y al festín se invita a todos, las nubes a moderada altura se pueden arrancar y usar de ropa o comer, algunos hombres pescan en un charco de agua de chocolate monedas de hierro que deseos se deseó que fueran, las campanas de la iglesia de turrón repican y perforan poco a poco nuestras piernas, los zancudos roban la miel a las abejas y ellas nos pican por su culpa para sacarnos la sangre. Los niños brincan entre vidrios para sentir que viven, el infierno aquí no tiene cabida.
¿Qué importa que en las peceras haya patitos feos? Lo que importa es que en ese paraíso haya fábulas crédulas que contar.
De limpiar, nada se sabe, aquí se baña quien quiera, y en el arroyo de sosa. El cielo selecto se torna de colores, violetas violentos, negros profundos, azules alegres, naranjas alertes, rojos pasionales, rosas pasteles, verdes leucemia, y amarillo pollo imberbe, todos al mismo tiempo formando humos alucinantes, la locura está mal vista sólo por quien no está loco, así que pasa desapercibida, los niños no los trae la cigüeña, los hacen los gnomos bajos los hongos y con barro. En fin, duraría la evolución de mi mente en terminar de describir el paraíso que se esconde entre el piso y el colchón de mi cama, siempre que quiero marearme me recuesto y asomo la cabeza, dos ratas blancas me abren las puertas de este clandestino lugar y comienzo a imaginar, mi paraíso igual que feliz está enfermo, es el deseo de un mundo terrenal donde reposen las ideas que hacen latir este podrido corazón y trabajar a esta prehistórica “mente”.

martes, abril 12, 2005

Al filosofar, concluí:

Existo, luego pienso.
¡Al diablo!

Yo en calavera, acostada en la tierra...


Vientos de horizonte soplan entre mis huesos, y lo que queda como carne de boca al aire expuesta, está llena de sangre seca y, exhala razón muerta.

Miedo


He sentido el miedo tras mis pasos, he cerrado los ojos y visto demonios cantando a coro canciones de salón, los he escuchado pedirme unión.
Siempre que voy a la cocina por las noches por un trago de agua o algo que olvidé, de regreso a mi cuarto, invadida por la oscuridad, siento la estampida de elefantes fluorescentes que me pisan los talones, son como millones de sensaciones, con sus trompas erectas me perforan la espalda, yo sólo cierro los ojos y, cuando estoy descalza siento en el piso de mi propia casa, brazas calientes que derriten mis cueritos, es muy feo, tengo miedo y corro de puntitas, entro a mi cuarto y brinco a mi cama, y ya cuando llega la calma y por fin logro recostarme y cubrirme la cara para dormir siento que mi cama es como una lancha que zarpa de un puerto para nunca volver, y ahí es cuando salto al agua (la cama de mi hermana) y le pido que me abrace como si fuera una boa con mucha fuerza y que no me suelte nunca, que nunca cierre sus ojitos redondos, que me estruje con sus manitas gordas y que me bese mucho, mucho la nuca, para darme paz y poder dormir bajo su cuerpo.

lunes, abril 11, 2005

Te

Te mentiría si te digo que rasco una espalda y que lo disfruto.

Te dormirías si con mis uñas tocara tu cabelludo cuero así pelón como te has puesto.

Te jugaría una vida o un amor si lograras cruzar este mar sin puerto que nos separa.

Te excitaría si pintara nuestros cuerpos muertos danzando rebeldes en un pabellón.

Te gustaría verme vestida de abeja y bailando para divertirte.

Te deberás buscar un nuevo amor tan tonto y tan tierno como el que he dejado de crearte.

Te tendrás que acostumbrar a ver estrellas titilar sin estar conmigo.

Te, te, te,te....

Te cansaré de hacerte leer...

Soy una chica "Holanda" y...

Tengo un par de corazones congelados en la nevera. Te digo por si aún no puedes amarme bien, y si esto sirve de algo, acomodarte uno nuevo, a mí me servirá de mucho.

Cólera en mí


Insolente bicho se adentra en mi aposento, llega con su molesto cri-cri y saltando. Asustado porque he golpeado con mis pies descalzos a su alrededor, extiende sus antenas y me mira pidiendo cariño. Trato de no romperme las rodillas y seguir parada tal cual verdugo sin intensión de perdonarle la vida, pero es inútil el atrevido insecto ya ha trepado por mis deditos y esa comezón me pone feliz, así que doblo y con cuidado lo tomo con mis dedos como pinzas y lo pongo entre las líneas de mi mano. Agradecido el ahora tranquilo bichito, comienza a cantar, cantos de grillos que seducen a las hadas, cantos que en cólera te hacen estallar. Me conmueve y fanática de su canto bajo, dulce y seductor lo acerco a mi oreja pero el muy ingrato me desquicia al saltar y tratar de entrar a mi oído, yo en pleno revoloteo lo pesco y con presión lo mayugo, lo asesino en cuarto de minuto.

jueves, abril 07, 2005

Luna, globo de estampa.

Luna, satélite que nos guía al viajar.
Luna, espectro nocturno que refleja en veces su soledad.
Luna, Camila, pedazo de queso fresco que siempre antoja y captura a los conejos.
Luna, moustro plateado que cauteloso mira.
Luna, sin sexo ni pretexto tan sólo un astro natural.
Luna, adulada imagen que por regordeta y bella en las noches te haces notar.
Luna, eterna compañera de la noche, buena amante que persigue en el día al sol, confundiéndole él con su destello, su blancuzca y delineada figura.
Luna, languidez que melancólicos nos tomas, haciendo brotar gotas saladas y serenas por el simple gusto de mirarte.
Luna, que en menguante su pelambre en hilos cuelga.
Luna, tálamo de cráteres grises y profundos que escondes en ellos, negros cocodrilos esperando el destierro.
Luna, que a veces parda bajo la lluvia te derrochas y al amanecer blanca y mona apareces pintada sobre la cola del arco iris.

martes, abril 05, 2005

El efecto de estar azul

Rumbo a la escuela me topé con un alegre transeúnte que se estiraba y se rompía en muecas de tanta felicidad mientras yo recorría como normalmente hago, la sucia banqueta, pateando piedras y cuanta lata llega a rozar mis pies (cabizbaja siempre y valín)… Seguí caminando con el propósito de ganar paso y rebasarlo, para así veinte metros al frente recorridos olvidarlo, a mi caminar acompañé con mi jeta más larga y menos complicada, sí, esa que pongo cuando algo me extraña o me disgusta y que a fuerza lo tengo que hacer, entonces el igualado señor se posó ante uno de mis costados y me preguntó: ¿estás enojada, mamacita?… y yo muy discreta le respondí: No, estoy azul. El tipo pasó de mí costado a mí flanco frontal y tocando con su roñoso dedo índice mi nariz miró el piso, luego el destellante sol y me dijo: Deja las drogas, chiquita, ¡mira tu belleza…!

Azul también es sinónimo de tristeza: Estoy azul, Estoy triste.

Labios rojos

Desesperada y reflejada estuve sobre el agua. Los Instantes que colmaron mi paciencia nos llevaron al enojo. No sabíamos qué hacer, metidos en el aburrimiento comenzamos a besarnos. En secantes minutos nos encontrábamos uno en el otro, sintiendo hasta los pulmones. Sin mucho por esperar, más allá de unos besos brotó de un sin fin de materia, un grito, las llaves al compás y al ritmo de los pasos, y el eco de tu risa maldita, unidos. Me hallé recostada sobre un sillón de concreto, blanco, frío, duro... pero viviente, el sillón se quejó de nuestra reyerta.

Tus manos juguetonas entre mi cuello tratando de ahorcarme. Mi vientre luchador, y causante de tus suspiros bajo ese cielo estrellado y titilante, enrojecido estaba. Llegaron los murmullos que con alboroto distrajeron nuestra unión, soltamos los cuellos y dejamos de tocar.
Desde un espacio, y con mis manos flotantes logré introducirme en el bolso para buscar un labial, un labial pintor de labios pecaminosos y prácticos con los que acostumbraba besarte. Al encontrarlo pinté mi boca, color rojo, un rojo sangre, como el mismo que escurrió de la tuya, y con mi otra mano, sin mirarte a los ojos, retiré el puñal que se hallaba clavado a tu cuello.

Desesperada y reflejada estuve sobre el agua... parada y tratando de encontrar un lugar hacia donde huir y, donde ese recuerdo de horror no me encontrara
.

lunes, abril 04, 2005

De vuelta a la escuela Hoy



Siento que siempre que hablo sobre mi escuela desfilan como pestes grises todos los sentimientos que logro percibir al estarme engendrando entres esas amarillitas y vacías paredes, quizá muchos lectores no entiendan mis maneras, pero puede también que muchos hasta lloren al leerlo de la impotencia que les dé el no poder rescatarme, mi escuela no es un moustro, el moustro soy yo. Pero también sé que he sentido una emoción intensa de tan sólo pensar que ya volveré a usar mis piernas cortas y blanquitas, para llevarme yo sola al colegio.

¡Guuu!, hoy volvemos a clases y aún no me baño, pero eso si, el uniforme me espera tieso desde que se cumplió el primer día de vacaciones colgadito y lleno de polvo, los útiles que no uso precisamente para tomar nota, están regados por todo mi cuarto, tanto los amo que siempre los saco de la bolsita y los pongo en mi cabeza, en mis manos, en mi pecho, de adorno, de sostenedores, de todo. En fin hoy volvemos, y espero poder verte sin que te percates.
yeah beibi NeLia (paco me gustó, sorry)