viernes, junio 17, 2005

Voz arcaica
me deforma como barro
húmedo que espera
sobre
un trozo de madera,
escucho en lejanías
tu risa cristalina
fragmento vivo de alegría
que me aquieta y me disuelve
el vuelo
mientras caigo de lo alto,
para brincar
de nuevo al cielo.
Así como
el cielo es una boca grande
que devora a la tierra,
tu boca
es una fruta negra
que
no se deja morder
y es tu vientre
huerto de manzanas donde
el que no muerde es porque
no tiene dientes.
Los días
Son
Lo que queda de la palabra rutina en movimiento.

Las tardes
Son
Lo que queda de la gordura y lo manual
Junto a mi abuela.

Las noches
son
recuerdo de cuando se sabía dormir en mí.

La vida es: lo que está ante la muerte.

Ante usted...

(Muy poquitas palabras
para no tener que lavarme
mucho la boca).

miércoles, junio 15, 2005

...pensamientos

Quiero comerme el universo, descubrirlo todo y plasmarlo en mis letras, ser una botánica sin serlo más allá de la intensión magnífica. Ser científica sin saber de lo tangible, postularlo todo a mis maneras sin pro ni contra, dejarle a la historia textos que tracen con los años una época, algo grave, rememorable. Ser intensa con todo, tocar con mis dedos cada piel sedienta sin discriminar ocularmente. Besar los labios que se me antojen, aunque robe territorio, andar por los pastos pisoteando el verde firmamento sin tener que arrepentirme de lo hecho, dejar de ser ecologista y de poner correctamente la basura en su lugar. Ser quien pueda tener el idioma correcto, con acentos y sin necesidad de remarcación y así poder comunicarme con el mundo entero, mover los ojos para dar un sí, y tener ya lista la información y las respuestas convincentes y gratas que no dañen a terceros como de costumbre. Más compleja en el sentido del buen vestir, sin agravio, poder ponerme cuanto trapo delineé mis llantas corporales, sin que falte el respeto a alguien o a algunos, no llamar la atención con ese rojo carmín que unto en mis labios. Ser quien dé las ordenes en silencio y sean obedecidas. Ser a quien mi madre quiera y prefiera. Ser a quien regale puntos cualquier sensible ser humano que frente a mí se haga llamar maestro. Quisiera ser eso y más, pero sin dejar de ser lo que soy.

Bonita niña de oro

Come galletas niña,
Toma de mi palma las que te ofrezco
Están calientes, cuidado,
¡Sóplale!

Ven enana a mí,
Salta desde el piso cual gigante
Y cae sobre mis piernas, siéntate.

Tócame la cara así como lo haces siempre
No, ¡No!, no me jales los aretes,
Me puedes desgarrar los ojales
Ven, deja, estate quieta,
Que quiero escribirte un poema en una ceja.

Deja de sentirte triste que ya estoy a tu lado,
Ponme un beso diminuto en la mejilla
Y escucha lo que tengo para ti.

Deja la resistencia y permite que con esta aguda aguja
Tatúe una historia por toda tu lisa frente,
Mientras te la cuento con mi voz cansada
Que te hará dormir.

Una vieja historia que gravé
Cuando en el tren viajaba hacia Cantabria
De una niña de oro, un ser metálico
Que vivía bajo la axila de su madre

La estatuilla apenada de salir
Con sus cabellos tiesos y
Una seca corona de flores doradas,
Con sus cejas angustiadas,
Con sus ojos raptores del resplandor del sol,
Cada día se adentraba más en su escondite
Causándole a su madre penetrantes dolores
Que le hacían no desearla junto a ella.

Pasaron se los días y el viaje
Cuando un día salí a tirar la basura
Frente a la casa, Marinita, había un bazar
Del cual supe lo único que no se vendió,
Fue una dichosa estatuilla.
De una bonita niña de oro…

jueves, junio 09, 2005

A mis lectores...

Personitas amadas y requeridas en mi vida:
Debo avisar que me perderé por un tiempo, -el que sea necesario- de este lugar que es mi aposento lírico y al cual vengo a escribir cuando puedo, de querer "siempre quiero".
Ojalá las horas pasen medidas en segundos para no extrañar tanto no verlos en línea, o leer sus comentarios aquí en su blog. Ya me disponía a poner la frase célebre de : "No coman tierra", pero si no la comen ahora, ¿cuándo?, hagan lo que puedan y quieran, no vean Otro Rollo.
Los quiero mucho.

lunes, junio 06, 2005

EnAmOrArSe

Pasa una vez al año, menos veces que la hemorragia, pero viene. En veces lo he esperado por días, nunca décadas -pues siempre me ha gustado rayar corazones-.
Lo llevas a donde sea, a la playa, al mercado, a la cama, lo recuerdas, lo lloras, lo traes como dije o como niño de la mano por todos lados. Cuando te harta, lo arrumbas en cartitas, o lo dejas sobre la cama y te vas a la escuela, ya estando en ella, brota de los ojos la miel, viva dulzura en frenesí que ocasiona los cincos en las materias de cálculo, qué cabrón que sea así. Te desconcentras, empiezas a tartamudear cuando lo tienes cerca, te haces cera de vela en pavimento si te roza los costados, te implantas a su lado y sin disimular le viboreas las orejas, te enamoras, te vuelas como alcohol de laboratorio, y en cuanto menos piensas ya andas pisando la raya del olvido, te conviertes en la peor pesadilla, ya muda para siempre. Empieza el miedo a embellecerte.
Te conviertes en una sombra molesta que no se puede desprender de los pies, toma importancia el eco de los pasos, la loción, las manos que nunca podrás estrechar a las anchas de tu cuerpo, los labios tímidos y cafés que nunca van a besarte. Te da la rabia, careces de astucia para tratarlo, te vuelves torpe y solitaria, las manos te sudan en cuanto lo ves bajar de la ruta, y tiras al cielo la mochila contenta rellena de libros que no contienen más que tinta de pluma morada con la que ponías ese nombre impronunciable que nunca vas a olvidar. Y así te vuelves loca, la vida gira, la ropa cambia, el maquillaje, las calificaciones, las amigas, y la forma de dormir, pues desde esa noche en que descubres que amas, aprietas más la almohada y babeas menos las sábanas.
Si por cada mentira se me cayera algo del cuerpo, tenlo por seguro que ya no tendría ni arterias.
Me gusta tanto mentir como meter mis pies en la arena de la playa.

domingo, junio 05, 2005

Conocí a un viejo viento mudo que vivía en los adentros de los ojos de una araña.

Mamá de plástico

¡Mamá!, ¡mamá!
¿ya está la sopa?
No, todavía no.
¿por qué no, mamá?
Porque es de pepitas de oro
Y no se quieren cocer.

Mi mamá es un moustro que
Sabe lo que me gusta comer.

Mi mamá tiene los dientes de plata
Y la mirada escarlata.

Mamá, ¿ya está lista mi capa?
Recuerda que hoy voy a ser tú
Príncipe sin corbata,
Sí mijo ya está, nomás no te cuelgues
Del árbol porque hoy no quiero llorar.

¡Mamá!
¿Por qué las niñas se pintan la boca?
Porque les gusta tener alergia, mi amor.
¡Mamá!
¿Por qué me tengo que dormir?
Para que puedas despertar mañana,
Hijo mío.

sábado, junio 04, 2005

no hay un buen título para éste =(

Silencio
Que estoy llorando
Deja
que se escuchen caer
De mis ojos las lágrimas,
Que
se arrastren por la sien.

Que mis pucheros invadan este cuarto
Donde los sueños siempre manchan las paredes
Y a veces
pintan la realidad.

Que mis cejas te conmuevan
Y corras al rincón a quererme
Que estas manos cubiertas de piel
No te den lástima por su carcomida Imagen,
que me des una muñeca
para no estar sola.

Y Que el aire que respiro sea
una eternidad de vida
que se adentre
por segundos en mí ser,
cómo lo había sido siempre.

jueves, junio 02, 2005

Rubia desbordada

Mujer teñida en vino blanco,
Derrochando entre el cimiento
La loción barata que presiona
Frente al tocador y que abarca
Parte de su cuello chupeteado.

Con un pantalón atrevido y apretado
Que tritura verdades, el mango cuelga
y muestra rarezas imperceptibles,
un ángulo ardiente y sudado
que a presión camina por la banqueta.

De sus pechos la blancuzca carne
Y la orilla de un pezón mordido,
Al compás de su arduo paso
Cuando corre para alcanzar el
Ruletero.

Neto: porción del diario


Ernesto me confiesa cosas raras que hace con la imagen de Susana. Dice que le gustan sus labios, que le gusta cuando en sus sueños le da cachetadas y cuando le escupe en la cara, dizque el otro día la encontró desnudita en el río y empezó a excitarse, pero que el grito de Susanita lo desconcentró, pues ésta se asustó mucho cuando al salir del agua se le asomaron dos sanguijuelas prendidas de un pecho, la muy inocente creyó que eran sus tripas saliéndosele del cuerpo.